Los hábitos de vida adoptados por los pacientes tras el diagnóstico de cáncer pueden impactar directamente en su calidad de vida, salud y supervivencia. En este sentido, recibir información sobre alimentación saludable y realizar ejercicio físico adaptado son dos aspectos esenciales que las personas con cáncer deben incluir en su vida. Aunque numerosos movimientos y asociaciones de cáncer femenino están cada vez más sensibilizados sobre estos beneficios, a menudo estos proyectos no tienen en cuenta las características personales de los hombres, lo que reduce su participación.
Así ha se ha puesto de manifiesto durante la jornada deportiva organizada para concienciar sobre los beneficios del ejercicio físico en la recuperación de hombres con cáncer. La Asociación de Cáncer de Mama Masculino INVI y el programa Ejercicio y Cáncer celebraron el evento en el Parque del Retiro, donde los doctores Javier Ruiz y Soraya Casla ofrecieron charlas y una sesión práctica para los asistentes.
El cáncer sigue siendo una enfermedad de gran relevancia social, especialmente en hombres. Según las cifras publicadas anualmente por la Sociedad Española de Oncología Médica, se estima que uno de cada dos hombres tendrá cáncer en algún momento de su vida para 2040. Aunque gracias a la investigación, a los nuevos tratamientos y a los programas de detección precoz la mortalidad ha disminuido de manera significativa, el cáncer sigue siendo una amenaza considerable.
Los tratamientos oncológicos generan diversos efectos secundarios que impactan de manera significativa en la salud del paciente. Estos tratamientos cambian la composición corporal y el estado físico, reducen la capacidad física y la fuerza, aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares, y provocan alteraciones neuronales que pueden afectar la movilidad. Además, estos cambios impactan negativamente en el ánimo y la participación social y familiar del paciente. Estos efectos también pueden afectar la vida laboral, por lo que es vital ayudar a estos pacientes a recuperar su salud y su calidad de vida.
El Dr. Javier Ruiz, andrólogo y miembro de la junta directiva de INVI, afirmó que «el cáncer de mama masculino existe y, aunque es una realidad poco evidenciada y seguramente infradiagnosticada, deben hacerse acciones de concienciación y detección. Este desconocimiento lleva a diagnósticos en fases avanzadas de la enfermedad, lo que resulta en un cáncer más extendido y agresivo. La terapia hormonal que reciben los varones diagnosticados de cáncer de mama provoca, entre otros síntomas, disminución severa de la libido y de la función eréctil, disminución de la masa muscular y del rendimiento físico, así como dolores musculares y articulares. Por ello, consideramos que el ejercicio físico es una herramienta imprescindible para la recuperación física, emocional y social de los hombres que padecen cáncer de mama y otros cánceres hormonodependientes.»
Antonio García, paciente de INVI que realiza ejercicio físico, sostuvo que la práctica deportiva le ha ayudado significativamente en su proceso: «Sin el ejercicio físico no podría vivir. No podría soportar los dolores musculares y articulares».
Óscar Gómez, paciente de cáncer de 37 años, desarrolla ejercicio de manera habitual en el Programa Ejercicio y Cáncer, y nos cuenta cómo el ejercicio físico es mucho más que una actividad deportiva para él. “Después de pasar por un tratamiento de quimioterapia tu cuerpo y mente sufre, te encuentras en ambas áreas muy devastado, porque el físico lleva a lo mental y lo mental a lo físico. La forma en la que están estrechamente relacionados ha hecho que el ejercicio físico en este punto haya sido clave. Empiezas y poco a poco vas viendo cómo estás un poco mejor que el día anterior, cómo ganas en fuerza y en fondo y cómo tu cabeza empieza a despejar los nubarrones. Gracias a el ejercicio esa recuperación física y mental se acelera y empiezas a sentirte como antes de la enfermedad”.
Por su parte, la Dra. Soraya Casla, directora del Programa Ejercicio y Cáncer, afirmó que “el ejercicio es esencial para ayudar a los pacientes a recuperar su vida ya que los tratamientos impactan en su capacidad física y funcional, reducen su energía y retomar su actividad familiar y laboral, en ocasiones, se muestra como algo muy difícil para ellos. Por ello, poner el foco en ayudar a estos pacientes es de vital importancia, entendiendo que el número de hombres afectados por cáncer es casi un tercio más que de mujeres. Gracias al ejercicio, los pacientes se van encontrando mejor, y esto también impacta en su estado de ánimo, sus ganas de volver a su día a día y recuperar su vida tras esta enfermedad”.